Nuestra Escuela Normal

11.06.2022

LA ESCUELA NORMAL DE VALDIVIA

La Escuela Normal de Valdivia se construyó a finales de 1950, en el sector Huachocopihue. Su función era la formación de educadores para atender las necesidades de las diversas escuelas primarias del sur de Chile. Su construcción era una estructura sólida de concreto, contaba con numerosas salas de clases, biblioteca, gimnasio techado con un proscenio, y servía para múltiples funciones, tanto para las actividades físicas, deportivas y actos culturales. Contaba con un internado , compuesto por dormitorios, un comedor, una cocina y servicios higiénicos. El establecimiento, contaba además con sala para trabajos manuales, sala para industrias derivadas, oficinas, etc. tenía una cancha de fútbol, huertos, para practicar la agricultura, y una parcela con bosque y un gallinero.

Eran los tiempos en que los gobiernos pensaban el país y su gente. La educación y la salud eran atenciones preferentes del estado. Así estaba escrito en la constitución de 1925 que nos regía, en ese entonces.

En los primeros días de marzo de 1965, y cuando ya se terminaba el verano, comenzaban a llegar hasta sus puertas, un grupo de niños que bordeaban los 12 y 13 años promedio. Procedían de Valdivia, Los Lagos, Río Bueno, Corral, Mehuin, La Unión, Panguipulli Reumén, Osorno, Los Muermos, Purranque, Río Frío, Puerto Montt y de la Isla de Chiloé.

Según, los cronistas de la época, algunos lo hicieron con una maleta de mimbre, y en su interior portaban queso fresco y medias de lana, no hay evidencia científica que alguno llegara con ojotas, pero no se descarta esa posibilidad. Lo que sí es cierto que algunos llegaron bien pasaditos a chivo y a carnero, de ahí que algunos alumnos de cursos superiores nos calificaran con el apodo de "carneros". Además , algunos estaban recién llegando a la civilización, pues su comportamiento inicial correspondía al de "baguales" (animales salvajes de la montaña). Algunos profesores afirmaban, años después, que algunos inicialmente sólo se expresaban mediante sonidos guturales.

Sin embargo, es necesario afirmar que todos llegamos hasta allí mediante un proceso de selección, que medía conocimientos, aptitud física y síquica, no cualquier pelagato ingresaba a la Normal, muchos de nosotros fuimos los primeros en nuestras respectivas escuelas y varios recibimos el premio al mejor compañero entregado por el Rotary Club.

De Valdivia eran Ojeda, Sepúlveda, Solar, Ossa, Veloso, Torres, Toro, Delgado, Lorca, Escobar, Marcelo López, Carrillo, Quisto. De Los Lagos Rafa y Romilio. De La Unión Manzano. Marilaf de Mehuin. Los corraleños Ayamante, Barrera y Osorio. Chileno Uribe de Río Bueno. Fernández y Pérez de Reumén. Jonás Quintul de Riachuelo, Jara de Río Frío, Rodríguez y Marcial López de Los Muermos, Subiabre de Osorno, Jaramillo de Puerto Montt. De la isla de Chiloé Hernán Alvarez, Jorge Martínez y  Miguel Demarchi. De Aysén El Pajarraco Gallardo. De Panguipulli el Borrachito Rivera y el Cholo Vera. De Máfil el Filete Sánchez. Etcétera.

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